En estos tiempos que corren, el poder de los medios digitales irrumpe con fuerza en todos los ámbitos de nuestra vida. ¿Por qué no también en las estrategias de los partidos de cara a las elecciones? Hoy en día, quien no tenga su propia Web, utilice algún blog, wikipedia o no haga partícipe al ciudadano de su campaña, está expuesto a perder muchos votos y, en especial, uno de futuro: el de los jóvenes. Estamos en campaña y, como se suele decir, todo vale.
Si estamos acostumbrados a ver ‘debatir’ a los políticos en todos los informativos de televisión o radio así como en las páginas de los diarios, no podían ser menos las de Internet. Hoy por hoy, pocos son los candidatos que no cuentan con un espacio propio en el que mostrar el programa electoral a los que les buscan en la red. ‘Renovarse o morir’. Actualmente, no utilizar todos los medios de los que se dispone para arañar hasta el último voto es casi un suicidio. En esta misma línea, vemos proyectos como la ya conocida televisión en la red de los socialistas (iPSOEtv), los espacios personales de los populares madrileños Esperanza Aguirre y Alberto Ruíz-Gallardón, o la Web ‘I love IU’ adscrita al partido dirigido por Llamazares. Muchos son los candidatos que ofrecen entrevistas o mítines directamente por Internet, como fue el caso hace pocos días de Miguel Sebastián, candidato a la alcaldía de Madrid.
Pero, como en tiempos de guerra, los partidos políticos no sólo se empeñan en mostrar su programa y ganar el voto de los indecisos, sino en fomentar la ‘guerra psicológica’ y en descalificar a los enemigos en su propio terreno. A través de plataformas tan conocidas como ‘Youtube’, las búsquedas de información acerca de los distintos partidos pueden llevar a una guerra de vídeos entre los partidarios del mismo y sus detractores. Se mezclan los vídeos típicamente promocionales con aquellos colgados por la oposición en los que se compara, por ejemplo, al PSOE con ‘monos’, se muestra el aumento de violencia durante su gobierno o las promesas electorales incumplidas. El otro bando tampoco se libra. Tras la búsqueda de vídeos acerca del PP, el usuario puede ver la controvertida entrevista que realizó Iñaki Gabilondo al jefe de la oposición, Mariano Rajoy, o vídeos titulados como ‘La hipocresía del PP’ o ‘Adiós PP’.
Un fenómeno que poco a poco se está haciendo un hueco entre los ‘cibernautas’ es ‘Second Life’, un mundo por Internet en el que los políticos también se han hecho un hueco. Así, el pasado 14 de mayo, tras un mitin virtual de Gaspar Llamazares, decenas de personas se concentraron de forma espontánea frente a la sede virtual de la socialista Paloma Sainz bajo lemas tan distantes como ‘De Juana a la cárcel’ o ‘No más presos de conciencia’. La batalla electoral y nacionalista ha llegado también a la red.
Pocos son los que dejan caer en saco roto este tipo de propaganda, aunque no todos saben cómo hacerlo. Mientras que algunos candidatos simplemente cuelgan compilaciones de mítines electorales o no dejan espacio a penas para la participación activa del ciudadano, otros recurren, con mayor o menor acierto, al humor, el dinamismo, las imitaciones de anuncios publicitarios o programas televisivos. Así, un vídeo muy visitado en la red de IU por la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid simulaba un programa de televisión con entrevistas en el que participaban caras conocidas como la actriz Pilar Bardem o la escritora Almudena Grandes.
Internet, como ya es sabido, ofrece muchas posibilidades a todos los implicados: se juega con la búsqueda activa de los usuarios, se ofrece información y vídeos de los candidatos, encuentros… La campaña electoral no deja de ser, en este medio, una campaña abierta en la que el usuario elige en cada momento qué información ver, cuándo y cómo. La influencia de estos medios llega hasta tal punto que en esta ocasión se han registrado partidos políticos que defienden activamente los derechos del usuario en la red. Ejemplo de estos son el ‘Partido Pirata’, que defiende el ‘software libre’, o ‘Democracia Directa Digital’.
Los medios de comunicación también se han sumado a esta ola e incluyen en sus ediciones digitales espacios para blogs o encuentros con los candidatos. Incluso, ofrecen la posibilidad de mandar las propuestas que, como ciudadano, creen que no se toman en consideración. Además, existen espacios como www.puedoprometeryprometo.com o www.loprometidoesdeuda.com que se erigen como vigilantes electorales. Estas estrategias no dejan de ser, en definitiva, la evolución natural de una sociedad tecnológica que, cada vez más, convierte al ciudadano en un activo de la democracia más allá del voto.
Extraído de PR Comunicación
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