sábado, 25 de abril de 2009

La ciudad que se quedó sin besos y sin sonrisas

  • La ciudad no está para chistes y todas las bocas desaparecieron bajo la tela azul
  • Incluso los que desafían la prohibición de salir lo hacen con mascarilla
  • Para una ciudad que convive con la muerte, este virus es desconcertante
  • Lo que parecían casos aislados y sin conexión se ha convertido en una epidemia



Cartel para promocionar el turismo en la capital mexicana. EL MUNDO

La ciudad que tiene un beso como logotipo promocional de cara al turista. La misma que ostenta el récord mundial de parejas besándose al mismo tiempo se quedó repentinamente sin labios y sin sonrisas proyectando una extraña sensación sobre la ciudad. Desde que las autoridades recomendaron no saludarse "ni de mano ni de beso" la gente levanta ligeramente la mano en señal de bienvenida y aunque algunos se pintaron la sonrisa sobre la mascarilla, la ciudad no tiene cuerpo para chistes y todas las bocas desaparecieron bajo la tela azul.

Incluso mucho de los que desafían las recomendaciones de no asistir a lugares concurridos, y salieron el viernes y el sábado de copas, bailaron en el centro de la pista con las mascarillas puestas. Hasta en misa, en el momento de darse "fraternalmente la paz", la gente prefirió saludarse en la distancia.

Frente a la sección de conservas del supermercado una señora de mediana edad y su mascarilla llenan la cesta de productos enlatados. Por el teléfono móvil su hija anula un cumpleaños y explica que "no piensa moverse de casa". Ocho latas de atún, 4 kilos de frijoles, 20 litros de agua...

A pesar de que el Distrito Federal parece convivir periódicamente con la Apocalipsis. A pesar de que cada día se despierta al pie de dos volcanes, que crece junto a la falla de San Andrés y que soporta los índices de contaminación más altos del mundo, la presencia de un virus mortal capaz de propagarse con un estornudo o un apretón de manos resulta algo novedoso. Y desconcertante.

"Lo peor es que da la sensación de que no nos estamos enterando de nada". A pesar de la sobredosis informativa a la que en las últimas horas han sido sometidos los mexicanos muchos creen no estar enterándose de nada.

Cuando lo lejano se hace real
Andrés habla con conocimiento de causa después de la muerte de su esposa. Hace tres semanas, cuando ella misma me dejó una cerveza y una inmensa sonrisa en la mesa, palabras como 'influenza', 'gripe porcina' o 'mutación H1N1', parecían sólo reservadas para los científicos o los periódicos a la hora de explicar un fenómeno propio de países raros. Con 37 años, sana, elegante y muy vital, ella atendía el moderno local que por fin veía la luz en el centro del Distrito Federal.

A primeros de abril la ingresaron por primera vez en un hospital de la capital. Un día después el médico la envió a casa con algo que, según dijo, era un "catarro mal curado, sin mayor importancia". "Reposo y tápese bien", le recomendó el doctor. Tres días volvió a ingresar en el hospital porque le faltaba el aire, tenía tos y algo de fiebre. Durante dos días estuvo hospitalizada hasta que se complicó su situación, fue entubada y en menos de 24 horas le dio un paro cardiaco que acabó con su vida. La autopsia señaló que fue víctima de una neumonía atípica incubada durante varias semanas.

¿Neumonía? era la primera vez que su marido oía esta palabra vinculada a su compañera de toda la vida.

Veinte días después todo parece encajar y las radios y televisiones de todo el país explican mejor que nadie lo que ningún médico acertó a intuir. Una gripe porcina se expande por la capital mexicana y lo que parecían casos aislados y sin conexión se ha convertido en una epidemia que ha dejado hasta el momento 81 muertos y más de un millar de hospitalizados.

Un virus que se ceba en la buena salud
Un virus que se ha cebado con "adultos jóvenes que gozaban de buena salud y que en general no se contagia con la gripe" según la OMS. El ministro de salud José Ángel Cordova confirmó que muchas de las muertes de las últimas semanas fueron diagnosticadas "erróneamente como neumonías atípicas".
Ahora se sabe también que en la última semana se han localizado 1.324 pacientes con síntomas muy parecidos. Su caso es de finales de marzo así que no entra en ninguna de las estadísticas elaboradas hasta ahora. Un motivo más para poner en cuarentena a la ciudad y la información oficial que de aquí sale.

"Nadie sabe realmente la cantidad de gente que murió antes y a los que se les hizo un diagnóstico general, porque no tenía explicación", explica Andrés, con un marcado acento español aún después de muchos lustros en México.



Extraído de El Mundo (Jacobo G. García)

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Glosario

  • Comunicación corporativa: Conjunto de formas de expresión que presenta una organización. Prácticamente todos los actos cotidianos del comportamiento de una empresa son en última instancia actos comunicativos.
  • Cultura corporativa: Conjunto de presunciones y valores compartidos por la mayoría de los miembros de la organización. Estos valores son al mismo tiempo elementos de integración interna y de construcción social de la identidad corporativa. También son un factor clave para la adaptación a las realidades existentes fuera de la organización.
  • Identidad visual: Conjunto de signos que traducen gráficamente la esencia corporativa. Estos elementos están regulados por un código combinatorio que determina la forma y los usos del logotipo, del símbolo, de los colores corporativos y del identificador.
  • Marketing: Conjunto de actividades que dirigen el flujo de bienes y servicios del productor al consumidor. (Gorostegui).
  • Reputación: Podríamos definir la reputación como el resultado de la estimación de los distintos públicos que tienen una relación con la empresa. (UCM)
  • Responsabilidad Social Empresarial: El Conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. (Universidad Antonio de Nebrija - Escuela de Negocios)