Originario de Asturias es socio-fundador de la consultora de comunicación Logos con sede en Panamá y Nicaragua desde donde desarrollan trabajos de asesoría empresarial y comunicación estratégica para Centroamérica y Caribe. Ha trabajado como asesor en proyectos en España, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Argentina y Trinidad & Tobago.
Fernando, hace ya 5 años que dejaste la universidad, ¿qué recuerdos tienes de Nebrija?
La visión que tenemos de la universidad va cambiando a medida que uno se aleja de esa etapa. Son años en los que empiezas a desarrollarte como individuo, mucho más alejado de la tutela de los padres, las responsabilidades cambian, a los amigos de toda la vida sumas los nuevos colegas de trabajo, aprendes a trabajar con gente que no eliges y te vas adaptando a una nueva realidad, la del mundo laboral.
De la universidad guardo buenísimos recuerdos y muchas experiencias, proyectos personales como el Fancine NON con Fátima y Peke, proyectos de la Nebrija como Tocados, fiestas, amigos, compañeros y profesores y algún que otro amor.
¿Cómo has plasmado lo que aprendiste en la universidad en tu trabajo? ¿Te han sido útiles los conocimientos aprendidos?
En cierta manera la universidad lo que hace es allanar el camino y poner las vías de acceso a una gran autopista que se llama “mundo laboral” sobre la que uno después echa a andar su propio vehículo.
En mi opinión es fundamental desarrollar una formación personal que complemente a la universitaria. Cuanto más estudias, analizas e investigas por tu cuenta, más completo, potente y resistente será el vehículo con el que nos desplacemos en esta autopista laboral.
Muchos fundamentos aprendidos en la Nebrija se han convertido en la mecha para que yo, por cuenta propia, profundizara y adquiriera conocimientos más diversos y completos en estos últimos 10 años.
Formas parte ahora de una consultora de comunicación, ¿cuál es tu función en esa empresa y cómo asesoras a su vez a las otras empresas que vienen solicitando tus servicios?
A mi llegada a América Latina descubrí que existen muchas deficiencias empresariales en estos países, no sólo en el área de la comunicación sino en muchos ámbitos internos y externos. En este caso, mi socio Matías y yo, decidimos establecernos en la región centroamericana como pioneros de una forma de asesoría basada en la calidad y excelencia del servicio manteniendo un alto nivel de respeto y transparencia con nuestros clientes.
Contrariamente a lo que viví en mi anterior experiencia laboral, donde la consultora cobraba en exceso a los clientes y no mantenía una relación transparente con ellos, decidimos desarrollar un modelo de negocio donde nuestros honorarios están de acuerdo a la realidad económica del país y del cliente sin afectar nuestro nivel de trabajo.
Das clase también en como profesor de Publicidad en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Centroamericana de Managua, ¿te tiró de siempre eso de dar clase?
Profesionalmente he ido adaptándome a las realidades y necesidades de los mercados en los que he trabajado. En estos últimos 5 años he tenido la oportunidad de trabajar en nueves países diferentes y en cada sitio aprendes muchas cosas nuevas.
Esta etapa que empiezo como docente viene a enriquecer mucho más lo que soy como persona y profesional y forma parte de mi solidaridad con Nicaragua donde tengo el propósito de colaborar a incrementar el acervo cultural y la profesionalidad de mis alumnos por medio de mi experiencia. Si consigo este objetivo la Nebrija habrá tenido mucho que ver ya que trato de aplicar los métodos de enseñanza y práctica que recibí en mis años de universidad.
Fernando, para terminar, ¿qué le dirías a alguien que esté con la duda de estudiar con nosotros en Nebrija? Dentro del amplio universo de universidades que hay en España es fundamental que el alumnado tenga el acceso a la formación práctica tanto en el campus como en las empresas.
La filosofía educativa de la Nebrija me permitió potenciar al máximo mis deseos como comunicador, me ilusionó como pre-profesional y me permitió acceder a mis primeras experiencias laborales. Desde 1997, año en el que entré en la Universidad, hasta hoy, nunca he dejado de trabajar en lo mío.
Basándome en mi experiencia recomendaría la Nebrija a todo aquel estudiante que quiera una formación para ser empresario y un líder, no sólo un empleado.
Publicado en www.nebrija.com en Julio de 2006
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