jueves, 7 de junio de 2007

El arte de las relaciones públicas

Cuando sostuve el primer encuentro como catedrático de la asignatura de Relaciones Públicas con mis estudiantes de la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC), muchos de ellos fueron categóricos en vincular esta actividad con las relaciones armoniosas entre todos y todas, es decir buenas relaciones humanas.Las relaciones humanas crean y mantienen entre los individuos relaciones cordiales, vínculos amistosos basados en ciertas reglas aceptadas por todos y todas, fundamentalmente en el reconocimiento y respeto de la personalidad humana.

La mayoría de textos sobre comunicación coinciden en que el papel de las relaciones públicas es insertar a nuestras organizaciones dentro de la comunidad, haciéndose comprender, tanto por sus públicos internos como externos, de sus objetivos y procedimientos a fin de crear vinculaciones provechosas para ambas partes mediante la concordancia de los intereses mutuos. ¿Es posible lograr ese objetivo con arrogancia?

Es muy difícil proyectar una imagen favorable de la organización si quienes promovemos su identidad carecemos de simpatía, colaboración, entendimiento y, sobre todo, ausencia total de una de las grandezas de hombres y mujeres, la humildad.¿Quién dice que un Director(a) de Relaciones Públicas tiene el derecho de dar órdenes como “capataz de hacienda” a compañeros de otras direcciones dentro de la empresa por el simple hecho de ser un cercano colaborador de la Dirección General?

Lo que debemos establecer son relaciones de colaboración para cumplir con los objetivos de nuestras organizaciones.Cuando un compañero de trabajo sugiere al equipo de Relaciones Públicas hacer más atractivo el formato de la revista o periódico interno con el fin de generar verdadero interés por su lectura, no debe ser visto como una crítica sin sentido, al contrario, es el aporte valioso de nuestras audiencias para mejorar y fortalecer la comunicación interna.

Descalificar esos aportes es una muestra de soberbia, actitud divorciada totalmente de la humildad.Desafortunadamente, muchas veces los hombres y mujeres de prensa reciben de las direcciones de Relaciones Públicas tratos diferenciados que afectan la labor periodística; quizás por no laborar en los llamados “medios líderes de información” son ignorados y sometidos a procedimientos burocráticos, ya no digamos el irrespeto a la personalidad humana a través del trato poco digno.

¿Acaso ser humildes es desvalorizarnos o demostrar incapacidad profesional? ¿Ser humildes implica aceptar las creencias de los demás pasando por encima de las nuestras? La única respuesta a las preguntas planteadas es NO. La humildad es una virtud puesto que nos permite reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades.

En el libro de Allen H. Center y Scott M. Cutlip titulado “Relaciones Públicas eficaces” se plantean diez rasgos del éxito en las relaciones públicas, entre las que se destacan: servir a los demás, actitud amistosa, actitud flexible y curiosidad por aprender. Nada de lo anterior se logra si nuestra personalidad está falta de humildad.

Quienes trabajamos en esta actividad debemos ser profesionales amables con interés genuino por los demás y con un comportamiento fuera de lo hostil. La mayoría de los ejecutivos de éxito en este campo tenemos un deseo natural de ayudar a las personas. El placer por el éxito de los demás es la mayor motivación de este comportamiento.El objetivo con este artículo es hacerles ver a mis colegas la importancia de impregnarle a nuestra labor diaria buenas prácticas de relaciones humanas con una alta dosis de sencillez en las relaciones con nuestras audiencias de interés, tanto dentro como fuera de nuestras organizaciones.

Comparto plenamente el criterio de Natalia Martini, especialista argentina en comunicación corporativa, al considerar que la importancia del rol del relacionista público es entender la dinámica de las comunicaciones ya que comunicar significa poner en común a dos o más personas en cuanto a una misma situación. “Y la reflexión me hace pensar: ¿se podrá entonces poner en común y estar a la par del otro desde algún lugar que no sea la humildad?”

Probablemente uno de los grandes errores de las empresas es minimizar el verdadero valor de las relaciones públicas en la estrategia empresarial, contratando para ese puesto a profesionales ajenos al tema de la comunicación y que probablemente están acostumbrados a platicar con computadoras, paredes, números y son incapaces de implementar verdaderos programas de relaciones públicas. Éste es otro tema del que estamos obligados a platicar.*

Texto de Marvin Jiménez Ruiz, Comunicador y Director de Relaciones Públicas de UCC. Extraído de El Nuevo Diario de Nicaragua

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Glosario

  • Comunicación corporativa: Conjunto de formas de expresión que presenta una organización. Prácticamente todos los actos cotidianos del comportamiento de una empresa son en última instancia actos comunicativos.
  • Cultura corporativa: Conjunto de presunciones y valores compartidos por la mayoría de los miembros de la organización. Estos valores son al mismo tiempo elementos de integración interna y de construcción social de la identidad corporativa. También son un factor clave para la adaptación a las realidades existentes fuera de la organización.
  • Identidad visual: Conjunto de signos que traducen gráficamente la esencia corporativa. Estos elementos están regulados por un código combinatorio que determina la forma y los usos del logotipo, del símbolo, de los colores corporativos y del identificador.
  • Marketing: Conjunto de actividades que dirigen el flujo de bienes y servicios del productor al consumidor. (Gorostegui).
  • Reputación: Podríamos definir la reputación como el resultado de la estimación de los distintos públicos que tienen una relación con la empresa. (UCM)
  • Responsabilidad Social Empresarial: El Conjunto de obligaciones y compromisos, legales y éticos que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. (Universidad Antonio de Nebrija - Escuela de Negocios)