Leonardo da Vinci inventó la técnica del Sfumato para eliminar los contornos y diluir las figuras en una especie de neblina para dar la sensación de lejanía. Aplicaba varias capas de pintura muy gruesas. Ahora, estas cosas se hacen con el clic del photoshop. Pero, la sensación de neblina e irrealidad es la misma. Felipe González es el único que se ha referido a las varias manitas de photoshop que le han dado a las fotos de Esperanza Aguirre colgadas en las farolas.
Los candidatos del PP en Madrid no han querido renunciar a una herramienta que quita arrugas y canas a golpe de clic, e incluso puede convertir casi en modelo de alta costura a Paloma Adrados, aspirante a la Alcaldía de Pozuelo. La presidenta del PP madrileño la mandó allí para borrar las huellas de la Gürtel y ha querido empezar con buen pie.
Las fotos de Esperanza Aguirre colgadas en las farolas son un prodigio de rejuvenecimiento facial. La presidenta no tiene ni una arruga, pero tampoco parece ella. Parece otra. Tampoco Gallardón se parece mucho al alcalde. Le han teñido el pelo para borrarle las canas y su gesto es desconocido. Con perfiles diluidos, el alcalde muestra una sonrisa modelo Gioconda.
De momento, el PP le da un baño al PSOE en Madrid, tanto en las encuestas como en el fotoshop. Al lado de la técnica del 'sfumato' aplicada a los carteles de los candidatos del PP, el rostro anguloso de Tomás Gómez, la naturalidad barbada de Lissavetzky o la foto carnet de Ángel Pérez parecen salidos de cualquier tienda de chinos.
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Extraído de El Mundo (Lucia Méndez)
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