La guerra de precios en los hiper y supermercados ya se puede percibir en los mismos pasillos de los establecimientos.
Carrefour estudia colocar banderolas junto a determinados productos en los que, junto a su precio, aparecerá también el de la competencia.
En concreto, el grupo francés ya ha puesto en marcha esta medida, que aún está "en pruebas", en dos centros de la Comunidad de Madrid -Hortaleza, en la capital, y en San Sebastián de los Reyes-.
En estos dos hipermecados, hay alrededor de 200 productos de alimentación y droguería en los que se puede ver esta comparativa, que, por el momento, se realiza con los precios de Mercadona.
Carrefour se ampara en el derecho a la publicidad comparativa, una práctica que "ya es muy común en Estados y Francia", según remarcan fuentes de la empresa, aunque no tanto en España.
Según la ley, la publicidad comparativa es legal siempre que se haga con datos objetivos -como los precios- y no se utilicen datos engañosos y falsos. Los productos tienen que ser además equiparables.
En este caso, Carrefour compara los precios tanto de marca propia como de marcas de distribuidores.
Fuentes de la empresa han afirmado que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre la medida, por lo que no han confirmado si se extenderá a todos sus centros en España.
Indiferencia y sorpresa
En concreto, en el establecimiento de Hortaleza, la comparativa de precios en las etiquetas no es generalizada y se centra, sobre todo, en determinados productos de alimentación, bebidas alcohólicas y droguería.
En concreto, en el establecimiento de Hortaleza, la comparativa de precios en las etiquetas no es generalizada y se centra, sobre todo, en determinados productos de alimentación, bebidas alcohólicas y droguería.
Los clientes de este centro de Carrefour han acogido con una mezcla de sorpresa e indiferencia la medida de la empresa. La mayoría de los que han sido consultados por ELMUNDO.es no se habían fijado en el detalle de las etiquetas que comparan precios de forma explícita, aunque ninguno ha mostrado rechazo a esta práctica.
Antonio, de 45 años, confiesa: "Ni me había fijado, pero me parece una buena fórmula para comparar, aunque yo creo que poco más o menos estas empresas se llevan lo mismo en los precios". Josefina, una ama de casa de 45 años, sí asegura haberse dado cuenta de esta novedad, "pero no me condiciona la compra porque siempre vengo aquí a comprar".
En la misma línea, Luisa dice ser cliente habitual de este establecimiento y, por tanto, "casi me dan igual las ofertas porque siempre vengo aquí al estar cerca de mi casa".
Un poco más crítico, Rafael, jubilado de 71 años, sostiene con retranca: "los que no trabajamos tenemos más tiempo para comparar precios, así que esto de las etiquetitas sí nos viene muy bien porque nos facilita la tarea". A su lado, su mujer, Josefina, remata: "Pues a mí me da igual porque todos los hipermercados nos toman un poco el pelo con tanta oferta, ya no sabemos cuál elegir".
Extraído de El Mundo (Raúl Conde / José A. Navas)
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