Una playa, unos niños sonrientes, felizmente abrazados. Una foto inocente y casi típica, organizada por La Redoute para anunciar moda infantil. Pero esta conocida marca de venta de ropa por catálogo se ha encontrado el miércoles con una desagradable sorpresa al colgar la imagen en su página web.
Los internautas, siempre atentos y proclives al cachondeo, se han dado cuenta de que la presencia de un extra indeseado. A la derecha de los chiquillos, empequeñecido por la distancia, aumentado luego en el ordenador, un hombre se baña desnudo y aparentemente ajeno a la cita publicitaria.
'El hombre de La Redoute' se ha convertido en el figurante más cotizado en Twitter y Facebook. Gracias al ingenio popular, su estampa ensimismada ha sido agregada a imágenes icónicas, a escenas cinematográficas, al arte clásico en un blog de éxito imparable.
Él, hasta ahora, no ha dado la cara. Sí lo ha hecho La Redoute, que ha elegido la vía más directa para afrontar esta inesperada crisis de reputación: reconocer el error, rectificarlo, prometer que no se repetirá y, por supuesto, pedir disculpas por tierra, mar y redes sociales. Gracias a su rápida reacción y a la comprensión de sus seguidores, la marca puede salir reforzada. Además, queda claro que no utiliza el Photoshop. Ahora sólo falta localizar al extra, venderle un bañador y convertirle en protagonista de la próxima campaña.
Extraído de El Mundo
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