Por todos es conocido que cuando Rupert Murdoch, fundador de imperio de comunicación New Corp, decidió comprar el Wall Street Journal allá por 2007, su última intención era plantar cara a la dama dorada del periodismo norteamericano: el New York Times.
Durante la batalla por hacerse con una de las cabeceras financieras más prestigiosas, algo que consiguió a cambio de US$ 5.000 millones, algunos dieron por sentado que la mano de este gurú mediático ofrecería un toque sensacionalista que acabaría con el renombre del periódico.
Sin embargo, tres años después, el cambio ha sido para mejor. Muchos de los empleados del propio periódico que han vivido este periodo de transición confirmaban a este periódico que desde que Murdoch desembarcó en el Journal, las cosas han mejorado. ¿Por qué, se preguntarán ustedes?, precisamente este empresario es de los pocos que sigue confiando en la prensa y entiende las necesidades de sus periodistas.
Al otro lado de la barrera, el New York Times con Arthur Sulzberger Jr. a la cabeza, se ha convertido en el objetivo a derribar de Murdoch. En la última edición estadounidense de la revista Vanity Fair se publica un amplio reportaje sobre el ataque sin cuartel que el australiano ha lanzado a la familia que controla a la presitigiosa cabecera estadounidense. Es cierto que el New York Times cuenta con 104 Premios Pulitzer en su haber, más que cualquier otra publicación sobre la faz de la Tierra sin embargo, como compañía, la rentabilidad brilla por su ausencia.
De hecho, el acceso a efectivo es tan apretado que en enero de 2009, la empresa se vió obligada a tener que pedir un crédito al hombre más rico del planeta, el mexicano Carlos Slim Helu, a un tipo de interés del 14%.
El imperio de Murdoch
En este sentido Murdoch, además de conocer el mundo del periodismo, también sabe sacar provecho a sus inversiones. Su imperio se extiende hasta la cadena Fox y sus subsidiarios, los estudios cinematográficos Twentieth Century Fox, una participación en Sky TV y otras cabeceras como el New York Post, The Sun o The Times.
Al fin y al cabo no hay que olvidar que pudo permitirse el lujo de desembolsar hasta US$80 millones en The Wall Street Journal durante su primer año como propietario del periódico. Además ha usado 30 millones de de dólares para lanzar el suplemento Greater New York, una publicación que añade al Journal valor suficiente como plantar cara al New York Times, con secciones locales, de cultura, moda, música.
Pero, es cierto, que la fijación de Murdoch con Sulzberger es tal que traspasa los límites de la competitividad profesional y llega al entorno personal. El fundador de News Corp no dudó en apoyar la decisión de incluir una fotografía de la barbilla de Sulzberg para ilustrar un artículo sobre "hombres femeninos".
La herencia de los Sulzberger
Por su parte, la familia Sulzberger ha sabido mantener las formas y evitar responder a las mofas de Murdoch. Sin embargo, el gran peligro de The New York Times está dentro de casa. Muchos se preguntan cuánto tiempo más aguantará la familia apoyando un negocio que no hace más que perder dinero. A día de hoy parte de los buques insignia del periódico como el padre de Sulzberger, Punch y sus tres hermanas, Marian, Judith y Ruth son octogenarios mientras que las nuevas generaciones se sienten menos motivadas a mantener la llama familiar y prefieren sacar tajada del presitigio que rodea al NYTimes.
Según el Vanity Fair, en su particular batalla con Sulzberger, Murdoch, de momento, no ha sabido definir cláramente su lucha más allá de alegar que el Wall Street Journal es mejor periódico que el New York Times. Para gustos, los colores.
Extraído de Estrategia & Negocios
Durante la batalla por hacerse con una de las cabeceras financieras más prestigiosas, algo que consiguió a cambio de US$ 5.000 millones, algunos dieron por sentado que la mano de este gurú mediático ofrecería un toque sensacionalista que acabaría con el renombre del periódico.
Sin embargo, tres años después, el cambio ha sido para mejor. Muchos de los empleados del propio periódico que han vivido este periodo de transición confirmaban a este periódico que desde que Murdoch desembarcó en el Journal, las cosas han mejorado. ¿Por qué, se preguntarán ustedes?, precisamente este empresario es de los pocos que sigue confiando en la prensa y entiende las necesidades de sus periodistas.
Al otro lado de la barrera, el New York Times con Arthur Sulzberger Jr. a la cabeza, se ha convertido en el objetivo a derribar de Murdoch. En la última edición estadounidense de la revista Vanity Fair se publica un amplio reportaje sobre el ataque sin cuartel que el australiano ha lanzado a la familia que controla a la presitigiosa cabecera estadounidense. Es cierto que el New York Times cuenta con 104 Premios Pulitzer en su haber, más que cualquier otra publicación sobre la faz de la Tierra sin embargo, como compañía, la rentabilidad brilla por su ausencia.
De hecho, el acceso a efectivo es tan apretado que en enero de 2009, la empresa se vió obligada a tener que pedir un crédito al hombre más rico del planeta, el mexicano Carlos Slim Helu, a un tipo de interés del 14%.
El imperio de Murdoch
En este sentido Murdoch, además de conocer el mundo del periodismo, también sabe sacar provecho a sus inversiones. Su imperio se extiende hasta la cadena Fox y sus subsidiarios, los estudios cinematográficos Twentieth Century Fox, una participación en Sky TV y otras cabeceras como el New York Post, The Sun o The Times.
Al fin y al cabo no hay que olvidar que pudo permitirse el lujo de desembolsar hasta US$80 millones en The Wall Street Journal durante su primer año como propietario del periódico. Además ha usado 30 millones de de dólares para lanzar el suplemento Greater New York, una publicación que añade al Journal valor suficiente como plantar cara al New York Times, con secciones locales, de cultura, moda, música.
Pero, es cierto, que la fijación de Murdoch con Sulzberger es tal que traspasa los límites de la competitividad profesional y llega al entorno personal. El fundador de News Corp no dudó en apoyar la decisión de incluir una fotografía de la barbilla de Sulzberg para ilustrar un artículo sobre "hombres femeninos".
La herencia de los Sulzberger
Por su parte, la familia Sulzberger ha sabido mantener las formas y evitar responder a las mofas de Murdoch. Sin embargo, el gran peligro de The New York Times está dentro de casa. Muchos se preguntan cuánto tiempo más aguantará la familia apoyando un negocio que no hace más que perder dinero. A día de hoy parte de los buques insignia del periódico como el padre de Sulzberger, Punch y sus tres hermanas, Marian, Judith y Ruth son octogenarios mientras que las nuevas generaciones se sienten menos motivadas a mantener la llama familiar y prefieren sacar tajada del presitigio que rodea al NYTimes.
Según el Vanity Fair, en su particular batalla con Sulzberger, Murdoch, de momento, no ha sabido definir cláramente su lucha más allá de alegar que el Wall Street Journal es mejor periódico que el New York Times. Para gustos, los colores.
Extraído de Estrategia & Negocios
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