Durante la Copa Africana de Naciones 2002, la OIT/IPEC en equipo con la Confederación Africana de Fútbol lanzan esta campaña mundial contra el trabajo infantil. De esta forma, el deporte más popular del mundo servirá para movilizar a la opinión pública contra el trabajo infantil.
En la actualidad, millones de niños y niñas en toda África trabajan en lugar de ir a la escuela.
Trabajan en granjas y plantaciones, en minas y canteras, en fábricas, en tiendas y en ocupaciones domésticas. Algunos de ellos son vendidos o son víctimas del tráfico de niños y niñas que los sume en condiciones de esclavitud. Otros se ven obligados a vivir la pesadilla de la prostitución o de la lucha armada. Privados de la oportunidad de acceso a la educación - para lograr una vida mejor - prácticamente todos los niños y niñas africanos que trabajan están condenados a una vida de pobreza. Esto es, en la actualidad, una plaga para África y una hipoteca para su futuro.
Muchos de los futbolistas congregados en Mali para participar en la Copa de África de Naciones han vivido circunstancias análogas de gran pobreza antes de convertirse en los campeones que son hoy.
En este espíritu de inspiración y de esperanza, la Oficina Internacional del Trabajo emprende la Campaña "Tarjeta roja al trabajo infantil" , en asociación con la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y el Comité Organizador de la Copa de África de Naciones (COCAN). Durante las tres semanas que dura el torneo, miles de millones de personas en África y en el resto del mundo recibirán el mensaje de que las peores formas de trabajo infantil han de ser erradicadas en la mayor brevedad. La campaña
El Fútbol es el deporte más popular del mundo. Galvaniza a todos los pueblos de la tìerra. En especial, constituye para los jóvenes una fuente de entusiasmo e inspiración.
La presente Campaña tiene por objetivo aprovechar la oportunidad que ofrece la Copa de África de Naciones de 2002 para concienciar al público sobre la dura realidad del trabajo infantil e incitar a la gente a apoyar el movimiento mundial contra el trabajo infantil. A partir de África, esta iniciativa se ampliará progresivamente para abarcar América Latina, Asia y Europa.
En vista de la inmensa atención que reciben los grandes torneos de fútbol, la OIT se propone establecer asociaciones en torno a estos eventos en razón de la oportunidad sin par que ofrecen para alcanzar a un número sin precedente de personas en todo el mundo, con este sencillo mensaje: "Tarjeta roja al trabajo infantil¨. En última instancia, se espera que esta Campaña culmine con la celebración de la ratificación universal del Convenio Núm. 182 sobre la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, de 1999). La OIT y el movimiento mundial contra el trabajo infantil
En todo el mundo, 250 millones de niños y niñas de 5 a 14 años de edad son victimas del trabajo infantil, de los cuales 80 millones viven en África. En colaboración con centenares de organizaciones participantes de todo el mundo, la OIT, a través de su Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), desempeña actividades en 75 países con el fin de liberar a los niños y niñas de condiciones de trabajo abusivas, darles oportunidades de rehabilitación y educación y ofrecer a sus familias alternativas generadoras de ingresos.
Al mismo tiempo, el IPEC se moviiliza a nivel mundial para mejorar la concienciación del trabajo infantil y convencer a los gobiernos de la necesidad de adoptar normas juridicas internacionales que obliguen a los países a prohibir en lo inmediato las peores formas de trabajo infantil. En menos de tres años, más de 100 gobiernos han ratificado el Convenio internacional sobre las peores formas de trabajo infantil, más de 30 de ellos en África. Existe claramente una voluntad politica y el mundo se une para declarar que ha de ponerse término a las peores formas de trabajo infantil, a saber:
El empleo de niños y niñas en trabajos peligrosos en minas, fábricas, plantaciones y otros lugares que, por su misma naturaleza, puedan crear riesgos graves para su salud y seguridad.
Todas las formas de esclavitud y las prácticas análogas a la escalvitud, como la venta y el tráfico de niños y niñas, el trabajo forzoso u obligatorio, la servidumbre por deudas y la condición de siervo.
La utilización de niños y niñas para la realización de actividades ilicitas, como la prostitución, la pornografia y el tráfico de estupefacientes.
La utilización de niños y niñas para la realización de actividades ilicitas, como la prostitución, la pornografia y el tráfico de estupefacientes.
La utilización de niños y niña en conflictos armados. Ni el nivel de desarrollo de un pais, ni sus valores culturales o morales, ni su historia pueden justificar la continuación de las peores formas de trabajo infantil.
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